miércoles, 14 de noviembre de 2018

CALAVERAS LITERARIAS


CALAVERAS LITERARIAS 
La llegada inesperada  
Estaba en un salón la maestra Liliana                     
preparándose para una cena,
de repente sintió mucho frió 
y pensó que estaba en un delirio.

Miro para todos lados del salón,
mas sin embargo sola se encontraba.
pero aun así una sensación le daba
mientras se alistaba y esperaba.

De repente escucha una carcajada
ella brinca de lo asustada,
mira a su derecha, mira a su izquierda
y observa a la calaca toda relajada.

La calaca le dice: "Esta noche tu vienes conmigo",
la maestra le responde: "Hoy no puedo amigo",
la calaca molesta intenta llevársela
y la maestra intenta fregársela.

La maestra Liliana desesperada
toma ácido y se lo hecha en la cara,
la calaca se derrite totalmente horrorizada,
y lamenta el día de esa llegada inesperada.




La calaca andaba
La calaca andaba
por el montón,
cuando vio a un señor                                

y suspiro con emoción.

El sera mío,
grito con amor,
cuando el señor escucho
huyo en acción.

No te vallas amor mío.
La calaca asustada,
grito con dolor
porque su corazón se lo llevo.



 "La Catrina y el amor"
Estaba la catrina muy sorprendida
porque vio al amor de su vida,
sentado en una silla
por donde ella caminaba un día.

Compro cadenas y aretes para hacerse notar                  

ella pensó que así lo podría enamorar,
hermosa y escandalosa regreso al mismo lugar
pensando que el la iba a aceptar.

Y valla la sorpresa que ella se llevo
porque al amor de su vida jamas la acepto
llorando muy desconsolada ella se prometió
ya jamas creer en el supuesto amor.

Tiempo después lo volvió a encontrar 
muy enojada actuó sin pensar 
y con un gran golpe lo mando a volar
exclamando que otra como ella
jamas podrá encontrar. 






INTEGRANTES DEL EQUIPO #3
                    1 "A"
1.Daniela Castañeda Carrillo
2.Aura Elizabeth Juárez Mendiola
3.Karen Rubí Peréz Ramírez 






HALLOWEEN


¿Cuál es el origen de la fiesta de Halloween?
Halloween es una fiesta de origen pagano que se celebra la noche del 31 de octubre y que tiene sus raíces en el antiguo festival celta de Samhain.





La fiesta de Halloween se ha convertido en una de las celebraciones más populares y difundidas del siglo XXI. Aunque la versión actual, la de los disfraces y el ‘trick or treat’, proviene de Estados Unidos y ha sido exportada al resto del mundo en los últimos años, el origen de esta fiesta es europeo y mucho más antiguo. La celebración que hoy conocemos como Halloween es una mezcla de la fiesta pagana de Samhain y la fiesta religiosa del Día de Todos los Santos.
Los pueblos celtas de Irlanda tenían, la noche del 31 de octubre, un festival conocido como Samhain (pronunciado “sow-in”) que significa “fin del verano” y que celebraba el final de la época de cosechas y el comienzo de un nuevo año celta, que coincidía con el solsticio de otoño. Desde la perspectiva de la religión wiccan, y tal como pasaba en muchas otras religiones del mundo antiguo, esta fiesta representaba la muerte y renacimiento de su dios, al igual que lo hacían los campos y la naturaleza.

Durante esta noche, se creía que la puerta entre el mundo de los espíritus y el de los vivos quedaba abierta, por lo que los fantasmas de los difuntos vagaban libremente y el poder mágico de los druidas crecía debido a esta conexión con el mundo astral. Era costumbre utilizar nabos llenos de carbón ardiendo como faroles para guiar a los familiares fallecidos y asustar a los espíritus malvados. Además, los niños recogían presentes de todas las casas para ofrecérselos a los dioses y los entregaban a los druidas para que realizaran un ritual sagrado en el que, según parece, los sacrificios humanos y animales eran un elemento muy importante.

La romanización de las tribus celtas supuso la desaparición de la religión de los druidas y sus fiestas paganas, como el Samhainfueron perdiendo importancia aun sin llegar a desaparecer del todo. El Papa Gregorio IV (827 a 844), como solían hacer los cristianos para facilitar la conversión de otros pueblos, aprovechó la festividad de Samhain y la convirtió en el Día de Todos los Santos ('All Hallows’ Eve'), respetando en parte la importancia que se daba a los fallecidos. La versión cristiana de esta festividad está muy difundida en países europeos como España o en otros latinoamericanos como México, donde se adaptó a las costumbres mayas y acabó por derivar en el ‘Día de Muertos’.

El resurgir de Samhain se produjo en el siglo XVIII, cuando los inmigrantes irlandeses lo llevaron a Estados Unidos y popularizaron gracias a leyendas como la de Jack O’Lantern. Se dice que Jack O’Lantern era un pendenciero astuto y ruin que consiguió engañar al diablo para que no pudiera quedarse con su alma. Cuando murió, lo rechazaron en el cielo por sus pecados y el diablo lo expulsó del infierno, por lo que vaga por la Tierra alumbrando su camino con un nabo lleno de carbón al rojo, como se hacía en la tradición celta. En el siglo XIX, cuando la nueva forma de celebrar Halloween empezaba a estar asentada, se decidió cambiar los nabos por calabazas debido a que era más fáciles de tallar y a que había un excedente de calabazas en el país.




¿Qué es y por qué se celebra Halloween?
El origen de Halloween tiene un sentido religioso celta y no estadounidense como muchos piensan
Halloween es una fiesta estadounidense que cada año adquiere más notoriedad en nuestro país. Los pequeños realizan sus propios disfraces temáticos en el colegio e incluso celebran una gran fiesta. Pero, no es sólo una celebración orientada a los niños; los jóvenes y adultos también pueden disfrutar de esta noche en discotecas y bares que ambientan sus locales con las temáticas más terroríficas. Pero, ¿qué significa realmente esta fiesta y por qué?




Disfraces y dulces



Los antiguos celtas creían que en la noche del 31 de octubre las almas de los muertos regresaban a nuestro mundo. Para no ser atacados por las almas de los muertos, la gente se disfrazaba con máscaras y ropas horríficas. Además, se les ofrecía gominolas a estas almas con el objetivo de entretenerles y agradarles para que no desatasen su furia contra los vivos. De esta manera, comenzó esta tradición que los romanos adoptaron cuando invadieron el pueblo celta.


Además del origen céltico, una de las creencias antiguas era que en Halloween los muertos podían vagar por el mundo y ésta era la última oportunidad de cobrar venganza contra quienes les hubieran hecho algún agravio; por esa razón, la gente acostumbraba disfrazarse y así no ser reconocidos por los muertos. En el siglo XVIII, los primeros colonos que llegaron a Norteamérica trajeron consigo todas las tradiciones célticas y cristianas del Halloween, que se incluía en sus calendarios religiosos. Con el tiempo —y la mercadotecnia—, las calabazas, los disfraces y el "dulce o susto" permearon en el resto del mundo y se convirtieron en la fiesta que casi todos conocen y festejan.






"El paso del día de los muertos al día de los vivos"
Esta tradición pasó de los celtas a los irlandeses. Esta tradición pasó a occidente con un sentido religioso. Así, el 1 de noviembre se convirtió también en el día en el que el cristianismo homenajea a los familiares difuntos.
Los irlandeses fueron los encargados de trasladar esta terrorífica celebración a Norteamérica durante la 'Gran Hambruna'. El primer desfile masivo con motivo de Halloween se celebró en Mimesota en 1921. Fue entonces cuando esta festividad alcanzó su máximo esplendor hasta el momento.

Desde los años 20, esta celebración ha tenido algunas variaciones, aunque sigue conservando su esencia principal: "El paso del día de los vivos al día de los muertos". Este día en el que los muertos regresaban al mundo de los vivos ha sido, desde hace muchos años, la temática principal de numerosas películas y series televisivas. De hecho, el cine llevó a esta fiesta a su internacionalización definitiva con el estreno de la película de terror 'La noche de Halloween' de John Carpenter.




"RECOMENDACIÓN DE PELÍCULA DE HALLOWEEN" 




Equipo #3
1 "A"
Daniela Castañeda Carrillo
Aura Elizabeth Juarez Mendiola
Karen Rubi Perez Ramirez 




DIA DE MUERTOS

En México, cada pueblo, cada región, tiene sus propias tradiciones, sus propios usos y costumbres. Pero si hay una tradición que encontramos en cada uno de ellos, es sin lugar a dudas, la celebración del día de los muertos.
El día de los muertos es una celebración mexicana que honra a los muertos.  Esta tradición se arraiga desde la época prehispánica aunque hoy en día incorporan elementos también del catolicismo y hasta toques modernos.
En México, el día de los muertos se festeja durante dos días el día 1 de noviembre, llamado Día de Todos los Santos, es cuando llegan las ánimas de los niños y el 2 de noviembre, el día de Muertos, es cuando llegan los adultos. 


El origen de la tradición de los muertos.

Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México, pueden ser trazados hasta la epoca de los indígenas de Mesoamérica, tales como los Aztecas, Mayas, Purepechas, Nahuas y Totonacas. Los rituales que celebran las vidas de los ancestros se realizaron por estas civilizaciones por lo menos durante los últimos 3,000 años. En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el   renacimiento.

 El festival que se convirtió en el Día de Muertos cayó en el noveno el mes del calendario solar azteca, cerca del inicio de agosto, y era celebrado durante un mes completo. Las festividades eran presididas por el dios Mictecacihuatl, conocido como la “Dama de la muerte” (actualmente corresponde con “la Catrina”). Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos

Cuando los conquistadores españoles llegaron a América en el siglo XV, ellos estuvieron aterrados por las practicas paganas de los indígenas, y en un intento de convertir a los nativos americanos al catolicismo movieron el festival hacia fechas en el inicio de noviembre para que coincidiesen con las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las Almas.

La tierra mexica de los muertos donde se liberaban las almas


Como en casi todas las civilizaciones del mundo, los muertos en la mitología mesoamericana son entes que trascienden, van a un lugar y ahí permanecen como en una continuación a la vida. La consciencia permanece aun después de la muerte. En el caso de los mexicas la muerte tiene una acepción aún más inextricable porque según el tipo de muerte, no de vida (como en el caso cristiano) se llega a un lugar fantasmal, distinto cada uno.
El lugar más democrático, más general e incluyente para los mexicas es Mictlán, “la tierra de los muertos”, a donde van todas las almas que han muerto por motivos naturales; ahí llegaba la mayoría, sin importar niveles socioeconómicos. Así, el tipo de muerte era determinante en el destino post mortem de los hombres. Por ejemplo, las personas muertas en guerra iban a Tonatiuhichan; los que fallecían por muerte relacionada con el agua, el rayo y los padecimientos como la hidropesía, las tumefacciones o enfermedades como la lepra, la gota y el herpes iban al Tlalocán y los bebés que fallecían iban al Chichihualcuauhco, donde eran amamantados por un gran árbol.
Aunque Mictlán era el lugar a donde más almas llegaban, el camino era casi imposible; de hecho, tendrían que atravesar por otros inframundos que les llevaría al menos 4 años cruzar. El trayecto es espectacular, lúgubre y terrorífico, quizá como una manera de ganarse “la tierra de los muertos”; una especie de purificación, aunque en el paradigma mexica realmente no existía el pecado. Finalmente, cuando las almas llegaban a Mictlán, después de un espantoso trayecto, podrían liberarse del “tonalli”, una suerte de alma.
Los inframundos para llegar a Mictlán eran:



Itzcuintlán : Aquí llegaban todos los perros xoloitzcuintles. Las almas humanas habrían de atravesar un río con la ayuda de un fuerte perro que las cargaba en su lomo; al llegar a la orilla, el perro reconocía a esa alma como su amo.


Tépetl Monamicyan: Aquí los humanos debían correr a través de un cerro que se entreabría esporádicamente.



 



Itztépetl: Aquí había un escarpado cerro cubierto de obsidianas filosas que herían a los muertos cuando escalaban el lugar.










Itzehecáyan: Era un sitio colmado de nieve, en donde aristas cortantes compuestas de ocho collados amenazaban a las almas.










Pancuecuetlacáyan: Ahí empezaba una zona desértica de ocho páramos donde existían vientos congelantes que, al recorrerlos, cortaban a los cadáveres de los muertos con múltiples puntas de pedernal.









Temiminalóyan: Caían flechas perdidas de guerras ulteriores, que las almas debían esquivar.









Teyollocualóyan: Aquí habitaban bestias y una gran lagartija que buscaban comer el corazón de los muertos; sin este, ellos caerían al río.










Itzmictlán Apochcalocán: Un lugar lleno de una abrupta neblina que cegaría por momentos a las almas, quienes podrían caer a nueve profundos ríos.








10 elementos de la ofrenda del Día de Muertos 


 La ofrenda debe tener varios elementos esenciales. Cada uno de estos encierra su propia historia, tradición, poesía y, más que nada, misticismo. Si faltara uno de ellos, se pierde el encanto espiritual que rodea a este patrimonio religioso.




 






1. Mantel Blanco y Sal
El color del mantel y la sal significan pureza y alegría. La sal sirve para que el cuerpo del no se corrompa en el viaje de ida y vuelta.








2. Agua
En el viaje de los difuntos hacia nuestro mundo, el agua les quita la sed. Además es un elemento que simboliza pureza, en el cual las ánimas pueden asearse.



3. Velas y veladoras
La flama de las velas o veladoras es la luz, la fe y la esperanza. Es la guía para que los muertos encuentren el regreso a su antiguo hogar. El número de velas que se pone en una ofrenda depende de las ánimas que se quieran recibir. En algunos casos se ponen de color morado a modo de duelo o formando una cruz con cuatro velas para que el alma que regresa a casa pueda orientarse con los puntos cardinales.


4. Copal y Cruz de Ceniza
El copal o el incienso se utiliza para limpiar el lugar de las “malas vibras” y los malos espíritus antes de que regresen los seres queridos. Para los indígenas era un elemento de oración y alabanza a los dioses.
La cruz de ceniza sirve para que el alma llegue hasta el altar y que pueda expiar sus culpas pendientes. Si el ánima se encontrara en el Purgatorio, la cruz puede ayudarlo a salir.

5. Calaveritas
La calaveritas de azúcar representan los cráneos humanos. Las medianas recuerdan que la muerte está siempre presente; las pequeñas son dedicadas a la Santísima Trinidad y las grandes hacen honores al “Padre Eterno”, Dios. Las culturas mesoamericanas tomaban los cráneos de los prisioneros sacrificados y los formaban en hilera para honrar a los dioses, el altar era llamado tzompantli. Las calaveras hacen alusión a esa tradición prehispánica.


6. Papel Picado y Petate
El papel es una representación al aire, además de añadir un toque festivo a la celebración. El petate se utiliza para que los muertos descansen y puede funcionar como mantel para colocar los elementos de la ofrenda.
En algunas ocasiones se sustituyen con telas de seda y satín, en donde descansarán las figuras de barro, el incensario o ropa limpia para recibir a los difuntos.



 
7. Izcuintle
Si has visto en las ofrendas algunos perritos prehispánicos, esos son los izcuintles o itzcuintli. No pueden faltar en los altares dedicados a los niños, ya que son un juguete para que las almas de los más pequeños estén felices de llegar al banquete. Se cree que el izcuintle es el perrito que ayuda a las almas a cruzar el río Chiconauhuapan, el último paso para llegar al Mictlán, el inframundo para los mexicas.




8. Flores
Las flores son un símbolo festivo por sus colores y aromas que adornarán el lugar donde estará el ánima. La flor que se utiliza es la de Cempasúchil ya que su color representa al sol que guía el alma del difunto. En los altares para los niños se utiliza alhelí o nube, por ser blancas y representar la pureza e inocencia de los pequeños.


9. Comida, bebida y pan de muerto
La comida tiene el objetivo de deleitar a los muertos que visitan la ofrenda, se cocina en honor a los seres recordados, por lo que se pone su comida favorita. Para los adultos se ponen bebidas alcohólicas y cigarros para que los muertos recuerden los momentos que vivieron con alegría. Para los niños se ofrendan dulces típicos de azúcar, amaranto o calabaza.
El pan de muerto representa los sacrificios humanos que se realizaban en la cultura prehispánica. Se incluye chocolate de agua ya que la tradición prehispánica dice que los invitados tomaban el chocolate preparado con el agua que usaba el ánima para lavarse, así se impregnaban de la esencia del difunto.






10. Retrato
Una fotografía del ser querido quiere decir que él será el que visitará la ofrenda. El retrato debe quedar escondido para que sólo se pueda ver con un espejo, como símbolo de que se puede ver a la persona, pero ya no existe.
Pueden colocarse imágenes de santos que sirven como vínculo entre vivos y muertos, además de simbolizar la paz en el hogar y la aceptación de compartir alimentos.





"NUESTRA ALMA SIEMPRE ENCUENTRA EL CAMINO DE REGRESO A CASA"








  RECOMENDACIÓN DE PELÍCULA BASADA EN LA FESTIVIDAD DEL DÍA DE MUERTOS

"COCO"

 

 

EQUIPO #3
1"A"
Integrantes:
1. Daniela Castañeda Carrillo
2.Aura Elizabeth Juarez Mendiola
3.Karen Rubi Perez Ramirez