CALAVERAS LITERARIAS La llegada inesperada Estaba en un salón la maestra Liliana
preparándose para una cena, de repente sintió mucho frió
y pensó que estaba en un delirio.
Miro para todos lados del salón,
mas sin embargo sola se encontraba.
pero aun así una sensación le daba
mientras se alistaba y esperaba.
De repente escucha una carcajada
ella brinca de lo asustada,
mira a su derecha, mira a su izquierda
y observa a la calaca toda relajada.
La calaca le dice: "Esta noche tu vienes conmigo",
la maestra le responde: "Hoy no puedo amigo",
la calaca molesta intenta llevársela
y la maestra intenta fregársela.
La maestra Liliana desesperada
toma ácido y se lo hecha en la cara,
la calaca se derrite totalmente horrorizada,
y lamenta el día de esa llegada inesperada.
La calaca andaba La
calaca andaba
por el montón,
cuando vio a un señor
y suspiro con emoción.
El sera mío, grito con amor, cuando el señor escucho huyo en acción.
No te vallas amor mío. La calaca asustada,
grito con dolor
porque su corazón se lo llevo. "La Catrina y el amor" Estaba la catrina muy sorprendida porque vio al amor de su vida, sentado en una silla por donde ella caminaba un día. Compro cadenas y aretes para hacerse notar
ella pensó que así lo podría enamorar, hermosa y escandalosa regreso al mismo lugar pensando que el la iba a aceptar. Y valla la sorpresa que ella se llevo porque al amor de su vida jamas la acepto llorando muy desconsolada ella se prometió ya jamas creer en el supuesto amor. Tiempo después lo volvió a encontrar muy enojada actuó sin pensar y con un gran golpe lo mando a volar exclamando que otra como ella jamas podrá encontrar. INTEGRANTES DEL EQUIPO #3
Halloween es una fiesta de origen pagano que se celebra la noche del 31
de octubre y que tiene sus raíces en el antiguo festival celta de Samhain.
La fiesta de Halloween se ha convertido en una
de las celebraciones más populares y difundidas del siglo XXI. Aunque la
versión actual, la de los disfraces y
el ‘trick or treat’, proviene de Estados Unidos y ha
sido exportada al resto del mundo en los últimos años, el origen de
esta fiesta es europeo y mucho más antiguo. La celebración que hoy
conocemos como Halloween es una mezcla de la fiesta pagana de Samhainy
la fiesta religiosa del Día de Todos los Santos.
Los pueblos
celtas de Irlanda tenían, la noche del 31 de octubre,
un festival conocido como Samhain (pronunciado “sow-in”)
que significa “fin del verano” y que celebraba el final de la
época de cosechas y el comienzo de un nuevo año celta, que
coincidía con el solsticio de otoño. Desde la perspectiva de la religión
wiccan, y tal como pasaba en muchas otras religiones del mundo antiguo,
esta fiesta representaba la muerte y renacimiento de su dios,
al igual que lo hacían los campos y la naturaleza.
Durante esta noche, se creía que la puerta entre el mundo de los
espíritus y el de los vivos quedaba abierta, por lo que los fantasmas de los difuntos vagaban libremente
y el poder mágico de los druidas crecía
debido a esta conexión con el mundo astral. Era costumbre utilizar
nabos llenos de carbón ardiendo como faroles para guiar a los
familiares fallecidos y asustar a los espíritus malvados. Además, los niños
recogían presentes de todas las casas para ofrecérselos a los dioses y los
entregaban a los druidas para que realizaran un ritual sagrado en
el que, según parece, los sacrificios humanos y animales eran un
elemento muy importante.
La romanización de
las tribus celtas supuso la desaparición de la religión de los druidas y
sus fiestas paganas, como el Samhain, fueron perdiendo
importancia aun sin llegar a desaparecer del todo. El Papa Gregorio
IV (827 a 844), como solían hacer los cristianos para facilitar la
conversión de otros pueblos, aprovechó la festividad de Samhain y la
convirtió en el Día de Todos los Santos ('All Hallows’ Eve'),
respetando en parte la importancia que se daba a los fallecidos. La versión
cristiana de esta festividad está muy difundida en países europeos como España o en otros latinoamericanos
como México,
donde se adaptó a las costumbres mayas y acabó por derivar en el ‘Día
de Muertos’.
El resurgir de Samhain se produjo en el siglo XVIII,
cuando los inmigrantes irlandeses lo llevaron a Estados Unidos y popularizaron
gracias a leyendas como la de Jack O’Lantern. Se dice que Jack
O’Lantern era un pendenciero astuto y ruin que consiguió engañar al
diablo para que no pudiera quedarse con su alma.
Cuando murió, lo rechazaron en el cielo por sus pecados y el diablo lo expulsó
del infierno, por lo que vaga por la Tierra alumbrando su camino con un
nabo lleno de carbón al rojo, como se hacía en la tradición celta. En el
siglo XIX, cuando la nueva forma de celebrarHalloweenempezaba
a estar asentada, se decidió cambiar los nabos por calabazas debido a que era
más fáciles de tallar y a que había un excedente decalabazasen
el país.
¿Qué es y por qué se celebra Halloween? El origen de Halloween tiene un sentido religioso celta y no estadounidense como muchos piensan
Halloween es una fiesta estadounidense que cada año adquiere más notoriedad en nuestro país. Los pequeños realizan sus propios disfraces temáticos en el colegio e incluso celebran una gran fiesta. Pero, no es sólo una celebración orientada a los niños; los jóvenes y adultos también pueden disfrutar de esta noche en discotecas y bares que ambientan sus locales con las temáticas más terroríficas. Pero, ¿qué significa realmente esta fiesta y por qué?
Disfraces y dulces
Los antiguos celtas creían que en la noche del 31 de octubre las almas de los muertos regresaban a nuestro mundo. Para no ser atacados por las almas de los muertos, la gente se disfrazaba con máscaras y ropas horríficas. Además, se les ofrecía gominolasa estas almas con el objetivo de entretenerles y agradarles para que no desatasen su furia contra los vivos. De esta manera, comenzó esta tradición que los romanos adoptaron cuando invadieron el pueblo celta.
Además del origen céltico, una de las creencias antiguas era que en Halloween los muertos podían vagar por el mundo y ésta era la última oportunidad de cobrar venganza contra quienes les hubieran hecho algún agravio; por esa razón, la gente acostumbraba disfrazarse y así no ser reconocidos por los muertos. En el siglo XVIII, los primeros colonos que llegaron a Norteamérica trajeron consigo todas las tradiciones célticas y cristianas del Halloween, que se incluía en sus calendarios religiosos. Con el tiempo —y la mercadotecnia—, las calabazas, los disfraces y el "dulce o susto" permearon en el resto del mundo y se convirtieron en la fiesta que casi todos conocen y festejan.
"El paso del día de los muertos al día de los vivos" Esta tradición pasó de los celtas a los irlandeses. Esta tradición pasó a occidente con un sentido religioso. Así, el 1 de noviembre se convirtió también en el día en el que el cristianismo homenajea a los familiares difuntos. Los irlandeses fueron los encargados de trasladar esta terrorífica celebración a Norteamérica durante la 'Gran Hambruna'. El primer desfile masivo con motivo de Halloween se celebró en Mimesota en 1921. Fue entonces cuando esta festividad alcanzó su máximo esplendor hasta el momento.
Desde los años 20, esta celebración ha tenido algunas variaciones, aunque sigue conservando su esencia principal: "El paso del día de los vivos al día de los muertos". Este día en el que los muertos regresaban al mundo de los vivos ha sido, desde hace muchos años, la temática principal de numerosas películas y series televisivas. De hecho, el cine llevó a esta fiesta a su internacionalización definitiva con el estreno de la película de terror 'La noche de Halloween' de John Carpenter.
En México, cada pueblo, cada región, tiene sus propias tradiciones,
sus propios usos y costumbres. Pero si hay una tradición que encontramos
en cada uno de ellos, es sin lugar a dudas, la celebración del día de
los muertos. El día de los muertos es una celebración mexicana que honra a los
muertos. Esta tradición se arraiga desde la época prehispánica aunque
hoy en día incorporan elementos también del catolicismo y hasta toques
modernos. En México, el día de los muertos se festeja durante dos días el día 1
de noviembre, llamado Día de Todos los Santos, es cuando llegan las
ánimas de los niños y el 2 de noviembre, el día de Muertos, es cuando
llegan los adultos.
El origen de la tradición de los muertos.
Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México, pueden
ser trazados hasta la epoca de los indígenas de Mesoamérica, tales como
los Aztecas, Mayas, Purepechas, Nahuas y Totonacas. Los rituales que
celebran las vidas de los ancestros se realizaron por estas
civilizaciones por lo menos durante los últimos 3,000 años. En la era
prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos
y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos cayó en el noveno
el mes del calendario solar azteca, cerca del inicio de agosto, y era
celebrado durante un mes completo. Las festividades eran presididas por
el dios Mictecacihuatl, conocido como la “Dama de la muerte”
(actualmente corresponde con “la Catrina”). Las festividades eran
dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes
fallecidos
Cuando los conquistadores españoles llegaron a América en el siglo
XV, ellos estuvieron aterrados por las practicas paganas de los
indígenas, y en un intento de convertir a los nativos americanos al
catolicismo movieron el festival hacia fechas en el inicio de noviembre
para que coincidiesen con las festividades católicas del Día de todos
los Santos y Todas las Almas.
La tierra mexica de los muertos donde se liberaban las almas
Como en casi todas las civilizaciones
del mundo, los muertos en la mitología mesoamericana son entes que
trascienden, van a un lugar y ahí permanecen como en una continuación a
la vida. La consciencia permanece aun después de la muerte. En el caso
de los mexicas la muerte tiene una acepción aún más inextricable porque
según el tipo de muerte, no de vida (como en el caso cristiano) se llega
a un lugar fantasmal, distinto cada uno.
El
lugar más democrático, más general e incluyente para los mexicas es
Mictlán, “la tierra de los muertos”, a donde van todas las almas que han
muerto por motivos naturales; ahí llegaba la mayoría, sin importar
niveles socioeconómicos. Así, el tipo de muerte era determinante en el
destino post mortem de los hombres. Por ejemplo, las personas muertas en
guerra iban a Tonatiuhichan; los que fallecían por muerte relacionada
con el agua, el rayo y los padecimientos como la hidropesía, las
tumefacciones o enfermedades como la lepra, la gota y el herpes iban al
Tlalocán y los bebés que fallecían iban al Chichihualcuauhco, donde eran
amamantados por un gran árbol.
Aunque
Mictlán era el lugar a donde más almas llegaban, el camino era casi
imposible; de hecho, tendrían que atravesar por otros inframundos que
les llevaría al menos 4 años cruzar. El trayecto es espectacular,
lúgubre y terrorífico, quizá como una manera de ganarse “la tierra de
los muertos”; una especie de purificación, aunque en el paradigma mexica
realmente no existía el pecado. Finalmente, cuando las almas llegaban a
Mictlán, después de un espantoso trayecto, podrían liberarse del
“tonalli”, una suerte de alma.
Los inframundos para llegar a Mictlán eran:
Itzcuintlán
: Aquí llegaban todos los perros xoloitzcuintles. Las almas humanas
habrían de atravesar un río con la ayuda de un fuerte perro que las
cargaba en su lomo; al llegar a la orilla, el perro reconocía a esa alma
como su amo.
Tépetl Monamicyan: Aquí los humanos debían correr a través de un cerro que se entreabría esporádicamente.
Itztépetl: Aquí había un escarpado cerro cubierto de obsidianas filosas que herían a los muertos cuando escalaban el lugar.
Itzehecáyan: Era un sitio colmado de nieve, en donde aristas cortantes compuestas de ocho collados amenazaban a las almas.
Pancuecuetlacáyan:
Ahí empezaba una zona desértica de ocho páramos donde existían vientos
congelantes que, al recorrerlos, cortaban a los cadáveres de los muertos
con múltiples puntas de pedernal.
Temiminalóyan: Caían flechas perdidas de guerras ulteriores, que las almas debían esquivar.
Teyollocualóyan: Aquí habitaban bestias y una gran lagartija que buscaban comer el corazón de los muertos; sin este, ellos caerían al río.
Itzmictlán Apochcalocán: Un lugar lleno de una abrupta neblina que cegaría por momentos a las almas, quienes podrían caer a nueve profundos ríos.
10 elementos de la ofrenda del Día de Muertos
La ofrenda debe tener varios elementos esenciales. Cada
uno de estos encierra su propia historia, tradición, poesía y, más que
nada, misticismo. Si faltara uno de ellos, se pierde el encanto
espiritual que rodea a este patrimonio religioso.
1. Mantel Blanco y Sal El color del mantel y la sal significan pureza y alegría.
La sal sirve para que el cuerpo del no se corrompa en el viaje de ida y
vuelta.
2. Agua En el viaje de los difuntos hacia nuestro mundo, el agua
les quita la sed. Además es un elemento que simboliza pureza, en el cual
las ánimas pueden asearse.
3. Velas y veladoras La flama de las velas o veladoras es la luz, la fe y la
esperanza. Es la guía para que los muertos encuentren el regreso a su
antiguo hogar. El número de velas que se pone en una ofrenda depende de
las ánimas que se quieran recibir. En algunos casos se ponen de color
morado a modo de duelo o formando una cruz con cuatro velas para que el
alma que regresa a casa pueda orientarse con los puntos cardinales.
4. Copal y Cruz de Ceniza El copal o el incienso se utiliza para limpiar el lugar de
las “malas vibras” y los malos espíritus antes de que regresen los seres
queridos. Para los indígenas era un elemento de oración y alabanza a
los dioses. La cruz de ceniza sirve para que el alma llegue hasta el
altar y que pueda expiar sus culpas pendientes. Si el ánima se
encontrara en el Purgatorio, la cruz puede ayudarlo a salir.
5. Calaveritas
La calaveritas de azúcar representan los cráneos humanos.
Las medianas recuerdan que la muerte está siempre presente; las pequeñas
son dedicadas a la Santísima Trinidad y las grandes hacen honores al
“Padre Eterno”, Dios. Las culturas mesoamericanas tomaban los cráneos de
los prisioneros sacrificados y los formaban en hilera para honrar a los
dioses, el altar era llamado tzompantli. Las calaveras hacen alusión a
esa tradición prehispánica.
6. Papel Picado y Petate El papel es una representación al aire, además de añadir un
toque festivo a la celebración. El petate se utiliza para que los
muertos descansen y puede funcionar como mantel para colocar los
elementos de la ofrenda. En algunas ocasiones se sustituyen con telas de seda y
satín, en donde descansarán las figuras de barro, el incensario o ropa
limpia para recibir a los difuntos.
7. Izcuintle Si has visto en las ofrendas algunos perritos
prehispánicos, esos son los izcuintles o itzcuintli. No pueden faltar en
los altares dedicados a los niños, ya que son un juguete para que las
almas de los más pequeños estén felices de llegar al banquete. Se cree
que el izcuintle es el perrito que ayuda a las almas a cruzar el río
Chiconauhuapan, el último paso para llegar al Mictlán, el inframundo
para los mexicas.
8. Flores Las flores son un símbolo festivo por sus colores y aromas
que adornarán el lugar donde estará el ánima. La flor que se utiliza es
la de Cempasúchil ya que su color representa al sol que guía el alma del
difunto. En los altares para los niños se utiliza alhelí o nube, por
ser blancas y representar la pureza e inocencia de los pequeños.
9. Comida, bebida y pan de muerto La comida tiene el objetivo de deleitar a los muertos que
visitan la ofrenda, se cocina en honor a los seres recordados, por lo
que se pone su comida favorita. Para los adultos se ponen bebidas
alcohólicas y cigarros para que los muertos recuerden los momentos que
vivieron con alegría. Para los niños se ofrendan dulces típicos de
azúcar, amaranto o calabaza.
El pan de muerto representa los sacrificios humanos que se
realizaban en la cultura prehispánica. Se incluye chocolate de agua ya
que la tradición prehispánica dice que los invitados tomaban el
chocolate preparado con el agua que usaba el ánima para lavarse, así se
impregnaban de la esencia del difunto.
10. Retrato Una fotografía del ser querido quiere decir que él será el
que visitará la ofrenda. El retrato debe quedar escondido para que sólo
se pueda ver con un espejo, como símbolo de que se puede ver a la
persona, pero ya no existe. Pueden colocarse imágenes de santos que sirven como vínculo
entre vivos y muertos, además de simbolizar la paz en el hogar y la
aceptación de compartir alimentos.
"NUESTRA ALMA SIEMPRE ENCUENTRA EL CAMINO DE REGRESO A CASA"
RECOMENDACIÓN DE PELÍCULA BASADA EN LA FESTIVIDAD DEL DÍA DE MUERTOS
"COCO"
EQUIPO #31"A"Integrantes:1. Daniela Castañeda Carrillo2.Aura Elizabeth Juarez Mendiola3.Karen Rubi Perez Ramirez